miércoles, 21 de octubre de 2009

Cadaver exquisito.... ojojjojojojoj



Ayer me encontré espiando a unos caminantes que me sacaban aproximadamente 20 pasos. Por ello el réferi no cobró, humildemente sujetó su silbato rosa de collar dorado con brillitos y levantó su mano con la manicura recién hecha y sopló el viento fuerte en mi cara. No pude mantener mucho tiempo los ojos abiertos; sin embargo, los anteojos tornasolados con diamantes de bijou, le hicieron perder la visión en aquel momento y por eso no vio la indecente jugada en falta; pitó solo porque le gustaba llamar la atención, era una Reina. Fue entonces cuando noté que estaba honestamente tomada de la mano de su acompañante; quise rehusarme a dejarla ir. La bola se elevó por los cielos tapando el sol; pero en su bajada tuvo la inesperada y bochornosa idea de posicionarse justo sobre Margarita que corría perseguida por una abeja, y que es su trayecto, le sacó la peluca de un golpe. Su pollera era muy corta y no podía pensar en otra cosa que su caminar rítmico; me distraje con una risa clara. Mi reportaje se detuvo, mientras observaba la situación. Para cuando intentó retomar el hilo, las locas se habían reunido alrededor del réferi reclamando sus quejas respecto de cada incidente en particular; que la uña, que la golpeó en la cola, que le duelen los pies y que tal osó a faltarle el respeto. En ese momento no pude contenerme más y me abalancé sobre su pareja, estaba completamente decidido a sacarle provecho. Para cuatro o seis minutos más tarde no había ya pelucas ni senos falsos ni manicuras perfectas. Tras un tumulto de enardecidos cuerpos gritándose unos a otros, el partido de travéstis se había convertido en fútbol.



Ramón rodó ridículamente. Rodeó rejas, robustos ratones y radiantes radichetas. Riendo rozó remeras rojas y rajó rocas redundantes. Rápidamente robó rubicundos y robustos ruiseñores recién recibidos de revolucionarios. Romualdo regaba regocijado las rosas, cuando nos colonizaron. Caían cajas cubiertas de calabazas y cartón, cambiando cuanto canal conciliaban capitalizar. Camarones, cocodrilos y caracoles consideraban cometas y cantaban canciones cuadradas. Silvina, salió solamente sesenta segundos. Sabía silenciar silbidos y silbatos. Solo seguía siseando sola. Singulares significaciones sintieron Susana y Sol, sobre su suerte, soberana sabiduría sorteó su santidad y soltando saliva sujetaron sus sombrillas. Blandearon brasas bien barrocas; buscaron bendecir balones bizarros y batieron burocráticamente a Baudelaire..Bestias!!Bramé barrunto de bochorno. Modulando mientras masticaba, marchose murmurando mañanas. Milagro! Manejo moderadamente, mató melómanos y musulmanes, mas marchó, maniobró y menos miró. Torcuato, Torcuato.. Terminé tartamudeando… Temía tomar todos los temores tendenciosos. Tanta tontería terminó trayéndome tifus. Donde durmió, dengue dinamitó. Damascos dormitaban durante días y dando dolorosas declaraciones, Damián danzó distraídamente, dirigiendo su dolor, donde diamantes deslumbraban demonios y duendes dinamarqueses. Lisandro leyó los letreros luminosos. Locamente liberado, lentamente limitado a largarse del lugar, ladeó los libros y lució los lentejados lentes. Largamente lanzóse a lontananzas lustrosas.

1 comentario:

  1. Un mundo abigarrado de descripciones altisonantes, que se limitan a revelar los detalles de situaciones disímiles en su simultaneidad... En resúmen, unas puras incoherencias :P

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